Fotografiar a Lola es un placer; no hay nada más fácil que trabajar con ella porque sabe en cada momento qué es lo que voy buscando y casi no hay que darle indicaciones. Es tan expresiva y tiene tanta fuerza que hacer sesiones con ella es como comerse un yogur: fácil, fácil, fácil.
No es la primera vez que trabajo con ella (como puedes ver en esta historia que se llama La sangre es vida) y tengo pendiente por mostrarte una sesión de estudio de la que estoy enamorada y que tengo muchas ganas de que veáis.
Lola es un culillo de mal asiento: estudia fotografía y le encanta realizar sus propios diseños. De hecho, la camisa que lleva es un diseño suyo. Y esta sesión se la hice para un blog que está a punto de abrir y al que le estoy haciendo el diseño (que tengo muchas ganas de enseñaros, por cierto).
Y sin enrollarme más os dejo con las fotos de la sesión (todas en blanco y negro, que no sé que me ha dado últimamente pero me gustan las fotos así)
SESIÓN LOULIA
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Pues el blanco y negro le sienta genial ;)
ResponderEliminarGracias Lourdes!! :-)
ResponderEliminarSon preciosas :)) Me encantan, no me gusta hacerme fotos pero contigo me arriesgaría a poner caras jajajaja :) besotes
ResponderEliminarY a mi me encantaría que me pusieras caras Sarah!! :-)
EliminarUn besazo!